sábado, 14 de noviembre de 2009

Ausencia

una vida vivida que ya no esta
un abrazo amigo que no se repite mas
palabras dulces que suelo extrañar
mirada complice, guiño compiche
la palabra justa en el momento final

ausencia,
ausencia en el aire
ausencia en el placard

algunas tardes de compañia
mediodias, noches, tiempo de mas
ejemplo de vida, ideal a alcanzar
recuerdos que siempre voy a recordar

ausencia
ausencia en el aire
ausencia en el placard

jueves, 5 de noviembre de 2009

Ya no hay mas

hoy ya no me alcanza vivir de ilusiones
consuelos baratos que jamas llegan a puerto
no me alcanza el tal vez, el quizas
porque me di cuenta que solo es un juego.
no me alcanza la mejoria del ultimo tiempo
ni sentirte a mi lado leyendome versos
no me alcanza lo que parece que es (pero no lo es)
no me alcanza.

no me alcanza el recuento de esfuerzos
porque ya no los tengo
no me alcanzan las palabras, las notas, los versos
porque hay cosas que las escribo y no las siento
no me alcanza extrañarte
no me alcanza esconderlo
no me alcanza la estrecha libertad de mis pensamientos
porque de alguna forma u otra siempre te encuentro
no me alcanza respirar otro aire
no me alcanza caminar otras calles
no me alcanza sufrir en silencio
no me alcanza.

no me alcanza sentir la ausencia
porque es tan vacia que nunca la lleno
no me alcanza seguir jugando con fuego
porque solo soy yo la que me quemo
no me alcanza.

no me alcanza sentirte conmigo
porque ya no es lo que quiero.

domingo, 1 de noviembre de 2009

Fantasmas

De chica solía tenerle miedo a los fantasmas. Soñaba con ellos, sentía que me veían, que me examinaban, que me observaban, me perseguían. Siempre merodeaban por algun rincón, o encontraban un escondite nuevo para asustarme.
Era una obsesión infantil, normal y acorde con la edad.
Una fantasía psicológica que me inventaba para reclamar mas atención y robarme unos minutos mas las palabras tranquilizadoras de mama.
Con el tiempo las ilusiones fantasmagóricas fueron desapareciendo, me olvide de las figuras blancas y los miedos se convirtieron en piel y hueso. En incesantes letanías existenciales. En preguntas sin razones, en dudas sin certezas.

Hace un tiempo regresaron los fantasmas. Ya no los imagino, los siento.
Siento que me observan. Me persiguen en la sombra, y se translucen en el día. No los veo, pero aun así los siento.
Silencios incómodos, interrogantes, preguntas
Fantasmas de heridas que no cierran
Fantasmas de recuerdos que no desaparecen (y no desaparecerán jamás)
Hilos, telarañas de momentos. Fantasmas del reencuentro
Convivo con los fantasmas que me va dejando el tiempo
Y aunque lo niegue, todavía me dan miedo.